Breaks: La importancia en la jornada laboral

Pese a haber cientos de estudios científicos que hablan al respecto, y sobrados ejemplos de empresas que lograron el equilibrio entre el descanso controlado y la eficiencia en los procesos, prefiero abordar el tema desde mi perspectiva favorita: la sensatez.
Hablar de pausas en el trabajo suele asociarse, más por los empleadores, como signos «claros» de: vagancia, irresponsabilidad, y desinterés. Algunos compañeros, incluso, pueden jugar el rol de verdugos y (tal vez sin darse cuenta) generar el clásico rumor oficinesco de «Juancito no trabaja».
¿Qué tanto hay de cierto en eso? Bueno, si Juancito se pasa varias horas mirando sus redes sociales, leyendo el diario, chateando, o charlando, es muy probable que no esté haciendo breaks ni tampoco experimentando un sano momento de recreatividad (tema aparte). Por otro lado, si Juancito está concentrado en su trabajo y hace pausas pequeñas donde aprovecha para ir al baño, bajar al kiosco, o salir al patio a tomar aire, entonces lo más probable es que Juancito, ya sea consciente o inconscientemente, esté implementando un sistema de breaks.

El problema del estrés y la rutina agobiante

Estar sometido a una gran cantidad de presión por lapsos de tiempo prolongados, no sólo daña la mente generando estrés, sino que genera molestias y malestar a nivel físico debido a la tensión muscular y la postura. Esto se manifiesta, principalmente, en dolores de espalda, cuello y cervicales. En cuanto a nuestro órgano fundamental para cualquier trabajo, el ojo, el enfoque durante mucho tiempo a distancias muy cortas es antinatural. Esto hace que el ojo se canse más rápido y se fuerce de sobremanera la visión. Con el tiempo, esto se traduce en problemas para enfocar objetos lejanos, visión borrosa, y otros trastornos. Incluso se le ha llegado a asociar, en estudios científicos recientes, con maculopatías y degeneraciones del nervio óptico.

Una solución que mezcla el sentido común y la técnica: El break.

¿Qué es un break laboral? Se le llama break a una pausa sistemática (a determinada hora o luego de determinado período de tiempo) que pretende detener la tarea actual y pasar inmediatamente a una actividad de reposo o relajación.

¿Cómo hacer un break?

Hay distintas técnicas. Pueden ser breaks fijos (a determinada hora) o por períodos de trabajo. El primero es el más clásico y conocido -y  hasta obligatorio por ley, dependiendo de la industria-, muy utilizado en ambientes laborales que generan mucha presión o estrés (como los call centers). Las pausas son menos frecuentes pero el lapso de tiempo es más largo, y por lo gral se apunta a que todos lo hagan en simultáneo o en grupos. El segundo método es más moderno y mejor (en mi opinión). Se llama método Pomodoro y consiste en dividir el tiempo de trabajo en muchos segmentos fijos con pausas muy breves. Para graficarlo:

Método 1: 8 Hs de jornada laboral => 1 break de 20 min cada 3 Hs (2 breaks en horarios fijos, por ej, a las 17:00 y 20 Hs). Tiempo neto de trabajo: 7:20 Hs.
Método 2: 8 Hs de jornada laboral => 1 break de 5 min cada 45 min de trabajo y 1 de 15 cada 4 breaks. Tiempo neto de trabajo: 6:55 Hs.

Los tiempos pueden reajustarse obviamente, pero este es el concepto básico.

¿Cuál método? ¿Breaks largos o cortos? ¿De cuánto?

El método Pomodoro es el método más moderno y el que mejores resultados obtiene. Si vale la analogía, es como elegir entre recibir cuatro golpes leves (períodos de 45 min) o uno fuerte (3 Hs seguidas). El golpe fuerte, la mayoría de las veces, te deja en el suelo. Casi siempre te levantás antes de que el juez llegue a diez, pero si esto se repite a diario, llegará el momento en el que caigas por KO. Ahí empezarán los médicos, las pastillas, las licencias por estrés, los dolores en la espalda, etc. En cuanto al tiempo, personalmente uso tiempos de 45 min + 5 min de descanso corto y 15 min de descanso largo (tal cual detallé más arriba).

¿Qué hacer durante los breaks?

Es totalmente IMPRESCINDIBLE cambiar 100% de actividad. Es decir, levantarse de la silla, caminar, estirarse… moverse de alguna manera. Sacarse los anteojos y tratar de enfocar objetos a distintas distancias con el fin de descansar la visión. Ir al baño y lavarse la cara. Abrir la ventana o salir al patio a respirar afuera. Ir a la cocina y servirse un café, té o comer algo (una colación, bien podría ser). Es importante no pasarse del tiempo de descanso, ya que después se torna más difícil volver a enfocarse y se pierde el hilo del trabajo.

Beneficios desde el primer día

Sin mucho más por explicar, ya que los beneficios son una contraposición a los problemas (mejoras en la visión, el humor, los dolores, etc), vamos a enumerar algunas otras razones no tan deducibles.

• Mejoras en la memoria.
• Incremento de la creatividad.
• Mejoras en la concentración y enfoque de las tareas diarias.
• Mejor calidad de sueño.
• Más tolerancia a la frustración.

Una mirada final

No subestimes tu fortaleza física o mental. Hoy tu cuerpo tal vez resista, pero si tenés más de 25 años, seguramente ya habrás transitado episodios de presión o estrés que te hayan dejado un mal sabor de boca. Mientras más años cumplas y más posiciones laborales alcances, más responsabilidades vendrán y más presiones y exigencias aparecerán junto con ellas. Cuando sientas la necesidad absoluta de buscar soluciones para el estrés, es el momento en el que será tarde: ya estarás KO en el suelo. Sé inteligente y adelantate a los problemas.

Enlaces de interés

Apps Pomodoro para Android

• https://play.google.com/store/apps/details?id=personal.andreabasso.clearfocus (la que uso yo)
• https://play.google.com/store/apps/details?id=com.tatkovlab.pomodorolite

Apps Pomodoro para iOS

• https://itunes.apple.com/us/app/be-focused-focus-timer-goal-tracker-for-work/id973134470 (gratuita)
• https://itunes.apple.com/us/app/focus-keeper-work-study-timer/id830466924

¿Te pareció útil el artículo? ¡Dejanos tu opinión!